miércoles, 9 de noviembre de 2011

Ya parece llegar el otoño

¡Bueno, ya era hora! El otoño parece empezar, y con él la nieve y las setas. De hecho, tengo esta foto del Aramo nevado:


¡Ya era hora!

Y después de dos días de lluvia, en un prado encontré unos magníficos ejemplares de Macrolepiota procera y Macrolepiota mastoidea. Eran tan parecidas que tuve que mirar las fotos y mi libro de setas para diferenciarlas. Aquí os pongo las fotos, a ver si encontráis la diferencia. Os diré en un comentario quién acertó.


Macrolepiota procera (la de verdad)


Macrolepiota mastoidea (la falsa)

Aunque no me importa mucho confundirlas, ya que las dos son buenos comestibles.


3 comentarios:

  1. Bueno, la "de verdad" es más gris y la otra más marrón...

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  2. Queee chulaaas! La verdad, no conocia ese tipo de setas. Ahora mismo buscare informacion sobre ellas en Internet jejeje. Y, estas fueron las que encontraste en el parque de arriba? Ya me contaras, Angel(: Viiiiiste, por fin mire tu blog! JAJAJA Bss ;D

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  3. Hola nene:
    Para que te dejes de rollos de setas te paso una información sobre la "Carcoma gigante".

    Se llama "Hylotrupes bajulus"

    "Se conoce como carcoma gigante. El adulto tiene una longitud de 10 a 20 mm suele ser de color negro o marrón oscuro, con largas antenas y en el tórax presenta sobre cada una de las alas una mancha grisácea característica. Las hembras ponen los huevos en grandes grupos. La larva alcanza los 30 mm y un diámetro de 6 mm, es de color blanco plateado. La duración del ciclo de vida oscila entre los 2 y los 10 años, aunque puede alargarse en madera con elevado grado de humedad. La época de vuelo y apareamiento se produce entre los meses de junio a agosto.

    Se alimenta de madera principalmente seca produciendo galerías ovaladas que siguen la dirección de la fibra y están taponadas con serrín, que no es expulsado al exterior ya que las galerías están cerradas por una fina película de madera que las larvas dejan intacta. El ataque se suele localizar en las cubiertas y tejados, y puede detectarse por el ruido que hacen las larvas al perforar las galerías, o por el que producen los adultos al realizar los orificios de salida.

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