Ni los pronósticos más exagerados auguraron hasta dónde iba a bajar la cota de nieve. Craso error, porque hoy ha sido un día para contar.
Bueno, empezó ayer, a las siete y media de la tarde. Cayó aguanieve y cuando despejó... ¡ nieve en el Naranco!
Una ligera capa blanquecina
Luego, durante gran parte de la noche cayó aguanieve y ya al amanecer se pudo ver otra vez la silueta del Naranco, aunque más cambiada. ¡La nieve había llegado hasta abajo! Pero lo que nadie sospechaba que iba a ocurrir ocurrió a lo largo de la mañana. El aguanieve se intensificó, y luego llegaron algunos copos y algún granizo. A las 10:30-11:00 de la mañana sucedió lo más llamativo. Empezó a granizar, luego a nevar y así todo el rato. Los jacintos no agradecían esa mezcla, desde luego:
-¡Tenemos fríooo!
Se acumuló más y aproveché para salir a la calle y fotografiar otra vez el Naranco, solo que esta vez la nevada era más significativa. Recomiendo ampliarla:
Si aguzáis la vista observaréis que los tejados tienen una capa de granizo
Luego cayeron chubascos intermitentes de aguanieve de cada vez menos nieve hasta las 14:00. Luego llovió... ¡hasta ahora! Lo peor ya ha pasado, así que este invierno es posible que no haya más oportunidades de ver nieve tan bajo.